Febrero 28
Intento un diario para dar cuenta de los baches con que me topo en el camino. Hace ya seis meses que no redacto un texto decoroso. Nada puedo decir que valga más que un grano de silencio. Desconozco las causas de la mudez que me ataca, tal vez el miedo, tal vez el desgaste natural que viene con los años, tal vez tanta palabra que traigo atorada en las venas y temo que un coágulo de tinta detenga mi corazón, como un pabilo que se apaga entre los dedos. He dicho tantas cosas, tantas fueron mis creencias y certezas, que resulta posible la existencia de un extraño punto de retorno. Ahora regresaré sobre mis pasos e iré borrando, uno por uno, mis recuerdos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario