jueves, 11 de junio de 2009

La Mancha

En la esquina superior izquierda del espejo habita una mancha rebelde que vi todas las mañanas, mientras me bañaba. Apareció de pronto, como una fina grieta en el azogue. Era una mancha oscura, densa como la noche, que se tragó todo. Empezó por el jabón, después el cepillo de dientes, el vaso para el enjuague, la navaja de rasurar, los azulejos que rodeaban al espejo, las cremas y lociones que estaban en la repisa. La grieta creció, como un agujero negro en la infinidad del cosmos. Todo se fue por esa grieta. No recuerdo cuándo fue la última vez que entré al baño. Ahora me levanto, todos los días, para buscar la luz que se fue, para siempre, por la mancha en la esquina superior izquierda del espejo.

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