Febrero 5
Es preciso desnudar la prosa, quitarle todos los adornos, evitar las trampas que siembra la metáfora. Es preciso decir así, sin más, que cada nuevo otoño es menos una imagen retórica que una estación que anuncia la llegada del invierno. En este viaje final por la escritura quiero decirte mis flaquezas: la vanidad que pocas veces disimulo, a pesar del esfuerzo y el silencio; el miedo que ha sido un compañero inseparable; y tantos otros monstruos que poblaron mis noches y mis días. Tal vez no he sido todo lo sincero que debiera, es porque temo lastimar a quien me lea, y es también porque no tengo autoridad para decir las cosas que a otros pertenecen. Es por esto que sólo te menciono los hechos: una mariposa que se oculta de la noche a plena luz del día y dos o tres poemas que retozan a sus anchas en el parque.
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